viernes, 19 de marzo de 2010

Perú-Argentina: necesaria reconciliación

Publicado en La Razón, de Lima-Perú, el 19 de marzo de 2010


Presidenta argentina nos visita a los 15 años de la traición de Menem de vender armas a Ecuador


Los dos países tenemos símbolos que nos unen como son José de San Martín y Roque Sáenz Peña

Ricardo Sánchez-Serra (*)

Invitada por el gobierno peruano, este domingo arriba a Lima en visita oficial la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, a fin de fortalecer las relaciones bilaterales deterioradas en lo diplomático desde hace 15 años.

Con Argentina hemos tenido siempre una relación muy estrecha desde los albores de la independencia, teniendo dos símbolos comunes como el Libertador Don José de San Martín y del insigne Roque Sáenz Peña, a quienes se les invoca en momentos delicados.
En 1995, en plena guerra del Cenepa entre Perú y Ecuador, se descubrió un contrabando de armas de Argentina hacia Quito, que involucró a altos funcionarios del gobierno de Buenos Aires, incluyendo al mismísimo presidente de entonces Carlos Saúl Menem, con la gravedad que Argentina era garante del Protocolo de Río de Janeiro.

El Perú protestó y pidió explicaciones que nunca fueron otorgadas por los sucesivos gobiernos bonaerenses, hecho que eclipsó las relaciones.

Diversos diarios argentinos han especulado que la presidenta de su país volteará la página y “pedirá perdón” en un gesto de alto impacto político. Por nuestra parte, altos funcionarios de Torre Tagle consideran como conditio sine qua non las explicaciones argentinas para normalizar las relaciones bilaterales.

Hubo, asimismo, episodios de histrionismo que evitaban un acercamiento entre los dos países, como por ejemplo la “falta de química” entre los mandatarios Alejandro Toledo y Néstor Kirchner, y el recibimiento de este último al entonces candidato Ollanta Humala, en medio de las elecciones presidenciales peruanas, cuyo competidor era Alan García. Asimismo, se rumoreaba de cierta altivez de la presidenta Fernández de Kirchner para con García, que se limó con sucesivos encuentros en las cumbres presidenciales.

Otros desencuentros no menos importantes fueron las reservas de Perú frente a la posición del presidente Raúl Alfonsín con respecto a la deuda externa en la década de los ´80; y, el acercamiento de los Kirchner al chavismo, frente al alineamiento peruano con Estados Unidos y Colombia.

Pero, sería muy injusto mencionar sólo lo que nos desune, frente a lo que nos une, cuya balanza es infinitamente superior. Los peruanos llevamos en el corazón y en la mente sentimientos pro argentinos desde que nacemos, transmitidos de generación en generación, a partir de la gesta libertadora.

El pueblo peruano es mayoritariamente sanmartiniano, que bolivariano. Todas las virtudes de San Martín, como la sencillez, la caballerosidad, el don de gentes, la valentía, el desprendimiento, etcétera, se las endosamos a los argentinos.

Y, entre otros héroes, tenemos muy presente el agradecimiento a Roque Sáenz Peña por su gesta de alistarse en el ejército peruano batallando en Tarapacá y Arica, luchando junto a nuestro preclaro coronel Francisco Bolognesi.

Cristina Fernández de Kirchner –no nos influye en nuestro comentario los problemas internos en su país- representa a los argentinos y nuestra admiración por la heredad de su historia, cultura y amistad. Su presencia en Lima, estamos seguros, limará malentendidos y hará que rebrote la confianza entre los dos países.

En mi opinión no creo necesario que pida “perdón” –tan de moda ahora- por lo que hicieron unos funcionarios corruptos (además de Menem, Emir Yoma, el entonces ministro de Defensa Oscar Camilión, y el traficante Diego Palleros) hace 15 años, más sí una descorazonada y una explicación de cómo van sus juicios.

De otro lado, los peruanos siempre vivimos esperanzados en una alianza geopolítica –de la que se habló mucho a fines de los ´60 y en la década del ´70- que incluía a Buenos Aires-Lima-Caracas, frente al de Santiago-Brasilia-Quito. Tal vez una quimera, pero que sería interesante que los ex cancilleres José De la Puente Radbill y Edgardo Mercado Jarrín confirmaran si existió o no.

Los sentimientos peruanos fueron transmitidos por la solidaridad y el apoyo peruano a Argentina en la Guerra de Las Malvinas, en 1982, que no podrán jamás quedar en el olvido. Recordemos la actitud peruana en los foros internacionales y que fue la primera nación en darle armas, como aviones y misiles Exocet, no prestadas, ni regaladas –como muchos creen- sino vendidas y al contado. De todas maneras hay que resaltar el gesto peruano, porque otras naciones ya le habían impuesto un boicot a la compra de armas.

El más importante acuerdo bilateral fue el diseño y la construcción –por parte de la Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina– del Centro Nuclear de Huarangal. A fines de la década de los ‘80 Buenos Aires, en plena crisis alimentaria, nos brindó un crédito de 100 millones de dólares para la compra de productos alimenticios.

Asimismo, el empuje argentino apoyando al Perú fue trascendental como garante del Protocolo de Río de Janeiro entre Perú y Ecuador, mientras otros países mostraban apatía o inclinación a Ecuador.

Hablemos del presente. La presidente argentina –que firmará con Perú un acuerdo de asociación estratégica- tiene la intención de impulsar aún más las relaciones comerciales y viene con 100 empresarios de su país, dispuestos a invertir y hacer alianzas con sus similares peruanos. Asimismo, suscribirá acuerdos para fomentar la integración de las Pymes. En el 2009 el intercambio comercial totalizó 856 millones de dólares, de los cuales 788 millones correspondieron a importaciones peruanas.

Una de las ventajas de estas alianzas para los argentinos es que podrán exportar a los países con los cuales el Perú tiene Tratados de Libre Comercio, así como al Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC).

Por otra parte, el Perú debería proporcionar –si ya no lo hizo- a Buenos Aires la información militar argentina (radarización) que envió el espía Víctor Ariza a Santiago.

Aparte que somos amigos por la historia, una buena relación con Argentina disminuye los apetitos expansionistas chilenos.

(*) Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera.
Email: sanchez-serra9416@hotmail.com / Blog: http://rsanchezserra.blogspot.com/

jueves, 11 de marzo de 2010

¿Por qué el Perú premia a un país agresor y forajido como Marruecos?

Publicado en el diario La Razón, de Lima-Perú, el 11 de marzo de 2010


Entrevista al embajador Hach Ahmed, ministro para América Latina de la República Saharaui

Ricardo Sánchez-Serra *

Se encuentra en Lima, en misión especial, el embajador Hach Ahmed, ministro para América Latina de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD), una nación que vive sojuzgada desde hace 35 años por la invasión de Marruecos, bajo vista y paciencia de las Naciones Unidas y la complicidad de Francia y España, este último administrador legal de la última colonia de Africa.



La gran virtud del embajador Ahmed es su franqueza y claridad con que expone el problema de su país, que el Perú agravó al congelar las relaciones con la RASD, hace algunos años, porque esa acción –que no tiene justificación, ni explicación– le sirvió a Marruecos, como “carta de presentación”, para que otras naciones traten de hacer lo mismo.

Ahmed, en perfecto español, pide que el presidente Alan García restablezca las relaciones con su país “por razones éticas y de justicia”, acordes con el Derecho Internacional. A continuación la entrevista exclusiva con LA RAZÓN:


- ¿A qué se debe su visita al Perú?

Mi visita se enmarca en una gira por América Latina, soy el encargado de estrechar relaciones de la RASD con este continente. La etapa más importante fue nuestra visita junto a la de nuestro presidente Mohamed Abdelaziz a la asunción del presidente José Mujica en Uruguay, en el cual hemos acordado abrir una embajada, con jurisdicción en el Cono Sur. Nuestro propósito es consolidar las relaciones con los países del área, tenemos la intención de redoblar nuestra presencia en el continente: acabamos de abrir nuestra embajada en Nicaragua, en total tenemos seis y pronto abriremos otra en un país del Caribe. Somos un país con identidad latina, aunque estemos ubicados en Africa. Tenemos la herencia cultural por la presencia colonial española en nuestra nación. Desde la fundación de la RASD hemos estado presente aquí, aún con todas nuestras dificultades. Hemos venido para asentarnos para siempre en este continente. No es el caso de Marruecos, que descuidó América Latina y ahora viene persiguiéndonos para contrarrestar nuestra presencia diplomática y desde entonces realizan una labor fundamentalmente basada en promesas de inversión, de cooperación, que nunca se llevan a la práctica. Marruecos es un país que carece de recursos, no es un país petrolero como se confunde. Marruecos sólo tiene naranjas y tomates y un poco más. Nosotros estamos seguros que cuando termine este conflicto, muchas embajadas marroquíes van a cerrar, porque este país está abocado hacia el Oriente Medio, Africa, el sur de Europa y no tiene proyección estratégica hacia este continente. En Lima hemos tenido reuniones con dirigentes políticos, congresistas y gente del Gobierno.



-¿Por qué viene al Perú? ¿Qué espera de nosotros?

El Perú representa un grave precedente para nosotros. Fue el primer país, entre los pocos, que en su momento, por razones extrañas, inexplicables, decidió suspender sus relaciones diplomáticas con el gobierno saharaui, habiendo existido estas relaciones desde principios de los ‘80. Pensamos que fue la consecuencia de un trabajo del lobby marroquí en ciertos círculos de poder en Lima. Se ha hecho incurrir al gobierno democrático, respetable, en una acción nociva, inamistosa, para el pueblo y gobierno saharauíes, a tiempo que se recompensó de esa manera a Marruecos, el país agresor, violador de los derechos humanos, transgresor del Derecho Internacional en el conflicto del Sahara. Tenemos que hacer entender a las autoridades peruanas que nuestra relación no debe ser excluyente, como puede ser el caso de China-Taiwán. En varias capitales del mundo conviven embajadas saharuíes con marroquíes. ¿Por qué, entonces, tiene que ser excluyentes? Por eso, no entiendo por qué las autoridades del Perú le han aceptado esa exigencia a Marruecos de todo o nada, siendo el Perú un país respetable, una potencia en este continente. De la misma forma, nosotros no podemos exigir a nadie que tenga o no tenga relaciones con otro país. Marruecos debe respetar los principios de política exterior del Perú. Nosotros creemos que ha habido un error, quizás involuntario, quizás propiciado por un desconocimiento de la realidad del pueblo saharaui y del conflicto que existe con Marruecos. La idea es decirles a nuestros amigos peruanos: “señores, todavía ustedes están a tiempo de corregir ese error, de hacer que las aguas vuelvan a su cauce”. Al invitarles a adoptar esta posición es simplemente invitarles a asociarse al consenso latinoamericano y africano en torno a un problema de descolonización y creo que por razones de prestigio, por razones de credibilidad, el lugar que le corresponde al Perú democrático y moderno, como el de muchas naciones, es apostar por la descolonización, el derecho de los pueblos a la autodeterminación. Nosotros tenemos la esperanza que esto se pueda lograr y creemos que, a través de esta comunicación abierta con el gobierno y representantes de los demás poderes del Perú, se han acumulado los elementos de información, de juicio, suficientes como para que se deduzca que la decisión peruana de suspender nuestras relaciones ha sido errónea, injusta y que no ha estado a la altura del prestigio del Perú. Y, en segundo lugar, les ofrecemos la posibilidad que se corrija esta medida, restableciendo las relaciones diplomáticas con el gobierno saharaui. Nosotros estamos dispuestos a abrir mañana una embajada en Lima, tenemos un presupuesto para abrirla inmediatamente. Lo que se debe permitir es que las dos embajadas funcionen en Lima. El gobierno de Marruecos no tiene el derecho de pedirle a ningún gobierno deje de tener relaciones con otro país, de la misma forma que nosotros, aún teniendo argumentos como que Marruecos ha sido expulsado de la Unión Africana por haber violado sus principios, convirtiéndose en el segundo precedente después del régimen del Apartheid, no le pedimos al gobierno del Perú que deje de tener relaciones con un gobierno prácticamente forajido, un gobierno que está fuera de la legalidad internacional.



- El presidente Alan García simpatiza con la causa del pueblo saharaui y ello se revela en una carta a un entonces presidente peruano solicitando que se reabran las relaciones con la RASD. ¿Qué le pediría usted al presidente García?


Bueno, respetuosamente, que el consejo que le daba al otro presidente se lo dé él mismo, que lo cumpla. Así de sencillo. Es una deducción razonable, lógica ¿no? Si él, en su momento, le había pedido al gobierno del presidente Toledo que restableciera las relaciones diplomáticas con la RASD porque consideraba que era una medida justa, equilibrada, lo razonable es que se aplique la historia y haga lo que al final, pese a su consejo no pudo hacer el gobierno de Toledo. Yo confío en la capacidad del presidente García de distinguir las cuestiones de fondo. El es un gran líder que ha librado grandes batallas, ha sido protagonista de importantes foros en los que estaba de moda la lucha por la independencia de los países africanos, de los movimientos de liberación de los países del Tercer Mundo y sabe que lo que está en juego en la cuestión del Sahara Occidental, es el respeto del derecho de un pueblo a la autodeterminación, un derecho que ha sido usurpado por un acto de fuerza brutal y sabe que el pueblo saharaui es la víctima de este acto de fuerza de la monarquía marroquí. Entonces, por razones de justicia, éticas, de coherencia con los principios de política exterior del Perú, se debe restablecer las relaciones diplomáticas con el gobierno saharaui.


- La posición de la Cancillería peruana es que el conflicto del Sahara Occidental se resuelva en el marco de las Naciones Unidas. ¿Cómo van las rondas de negociaciones en este foro?


La cuestión de las relaciones diplomáticas no se resuelve en las NNUU, es la decisión política de un Estado soberano. El primer día cuando se congela las relaciones con nosotros, no se había seguido la recomendación de ningún foro internacional, fue una decisión propia del Perú.


- Me refería a que el Perú no se pronuncia sobre el conflicto saharaui-marroquí y deja en manos de las NNUU su solución...


Eso al final es un subterfugio para seguir justificando la ausencia de las relaciones diplomáticas con nosotros. Todo el mundo apoya el proceso de paz, entre ellos los 80 países que tienen relaciones diplomáticas con nosotros. Pero esto no es una razón para suspender las relaciones con nosotros, por tanto, romper el statu quo que existía antes de la adopción de este plan de paz para alcanzar una solución pacífica –ya teníamos relaciones diplomáticas con el Perú y con otros países– la mayoría de los países, todos, consideraban que el statu quo era ese y se va a conservar hasta que el proceso de paz culmine con el resultado que sea. Tampoco hay que olvidar que este proceso de paz está estancado, porque Marruecos ha renunciado a sus compromisos y no quiere ir a un referéndum de autodeterminación, porque sencillamente sabe que lo va a perder. Así que alegar que la posición consiste en apoyar los procesos de paz y esperar una solución, eso es prácticamente calcar la postura marroquí. No sé qué gracia tendría esperar a establecer las relaciones diplomáticas con nosotros cuando lo haga Marruecos, conmigo sería un gesto no de gran valor.


*Periodista. Miembro de la Asociación de Prensa Extranjera

Email: sanchez-serra9416@hotmail.com

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